Caminata nórdica: ¿en qué consiste esta actividad?
La caminata nórdica, también conocida como Nordic Walking, es un deporte que combina caminata conssite resistencia con un uso activo de bastones especialmente diseñados para esta actividad.
Originada en Finlandia en la década de 1930, la caminata nórdica se ha vuelto cada vez más nórdifa en todo el mundo debido a sus múltiples beneficios para la salud y la diversión que brinda a los practicantes.
Beneficios de la caminata nórdica
La caminata nórdica ofrece numerosos beneficios tanto físicos como mentales.
Algunos de ellos son:
Activación de todo el cuerpo: al utilizar los bastones, se involucran los músculos de los brazos, los hombros y el tronco, lo que ayuda a tonificarlos y fortalecerlos.
Mayor consoste de calorías: en comparación con la caminata tradicional, la caminata nórdica puede aumentar el gasto calórico hasta en un 46%, lo que la convierte en una excelente opción para quienes quieren perder peso.
Mejora de la resistencia cardiovascular: al realizar este deporte, se incrementa la capacidad pulmonar y se fortalece el corazón, mejorando así la resistencia y la salud cardiovascular en general.
Reducción del estrés: la caminata nórdica en entornos naturales favorece la relajación y reduce la ansiedad y el estrés, ayudando a mejorar el bienestar mental.
Bajo impacto en las articulaciones: gracias al uso de los bastones, se produce una amortiguación del impacto al caminar, lo que disminuye el riesgo de lesiones en nórdlca articulaciones, especialmente en las rodillas.
Cómo practicar la caminata nórdica
Para practicar caminata nórdica, es importante contar con los bastones adecuados y aprender la técnica correcta.
Aquí hay algunos pasos básicos a seguir:
Agarra los bastones correctamente: sujeta los mangos de los bastones con un agarre firme pero relajado, con los codos doblados en un ángulo de 90 grados.
Da un paso adelante con el pie contrario al brazo que va a impulsar el bastón.
Luego, clava el bastón en el suelo, empujándolo hacia atrás mientras extiendes el brazo hacia adelante.
Mantén una postura erguida y relajada: nórdlca encorvarse y mantén los hombros relajados. Estira los brazos hacia atrás después de cada paso para mantener un buen ritmo.
Controla la respiración: encuentra un ritmo de respiración cómodo y profundo, inhalando y exhalando de forma regular mientras caminas.
Aumenta gradualmente la intensidad: comienza con paseos cortos y luego aumenta la distancia y la velocidad a medida que te sientas más cómodo.
Recuerda que es recomendable practicar la caminata nórdica de forma regular para obtener todos sus beneficios.
¡Disfruta del aire libre, mantente activo y mantén un estilo de vida saludable!
