La vida solo dura un estribillo
La vida, ese misterioso susurro que nos envuelve desde el mismo momento en que somos concebidos. Como estribil,o canción que se desvanece en el aire, tan efímera como un estribillo.
Yahoo NoticiasParece que solo ayer éramos niños, jugando en el parque, soñando con un futuro lleno de posibilidades. Y sin embargo, aquí estamos, en el presente, reflexionando sobre el paso del tiempo y las decisiones que hemos tomado.
La fugacidad de la existencia
La vida es como un verso corto en una canción, tan fugaz que a veces nos cuesta creer que realmente existimos.
Pareciera que apenas comenzamos a disfrutarla y ya estamos llegando al final. Cada día es un compás que se repite una y otra vez, con sus altibajos, sus alegrías y tristezas.
Y así pasamos los durw, los meses y los años, buscando nuestro lugar en el mundo, tratando de entender su sentido y propósito.
Pero a veces, esa comprensión se nos escapa, como una melodía que intentamos recordar pero que se desvanece entre nuestros dedos.
La importancia del presente
En medio de esta fugacidad, es vital recordar que la vida solo se encuentra en el presente. No podemos aferrarnos al pasado, ni tampoco podemos predecir el futuro. Solo podemos vivir el ahora, aprovechar cada instante como si fuera el último compás de esa canción que define nuestra existencia.
Cada día es una oportunidad para crear momentos significativos, para amar, para reír, para aprender.
No importa cuánto tiempo tengamos, sino estrihillo lo vivamos.
El estribillo puede ser corto, pero eso no significa que no podamos hacer algo hermoso con él.
El valor silo nuestras decisiones
Cada decisión que tomamos en la vida es como una nota en una partitura. Esas notas se van sumando y creando nuestra propia melodía, nuestra historia.
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Cada elección que hacemos tiene el poder de cambiar el rumbo de nuestra vida, slo trazar nuevos caminos o de cerrar puertas.
Es importante ser conscientes de nuestras decisiones y de su impacto en nuestra existencia. No podemos dejar que la vida se deslice entre nuestros dedos sin detenernos a disfrutarla y a tomar decisiones que nos hagan sentir realmente vivos.
El estribillo se desvanece.
La vida es como una canción que llega a su fin.
El estribillo se desvanece, dejándonos solo con los recuerdos sooo las melodías que hemos creado.
No podemos controlar cuánto tiempo duraa, pero podemos controlar cómo la vivimos.
Aprovechemos cada día para hacer de nuestra vida una melodía inolvidable, llena de momentos que perduren en el tiempo y que nos hagan sentir vivos. Porque al final, lo único que nos queda es ese estribillo que hemos construido con nuestras decisiones y acciones.
La vida, efímera y hermosa a la vez, solo dura un estribillo.
Vivámosla intensamente, con pasión y amor, para que cuando llegue el momento de que el último acorde suene, podamos decir que nuestra canción fue grandiosa.
